Una enfermera en laboratorio

Las cualidades que una enfermera debe tener

Ser una enfermera es mucho más que una carrera; es realmente una vocación. Se necesita un tipo especial de personalidad compasiva, cabeza tranquila y fortaleza intestinal para cuidar de las personas en sus momentos de necesidad.

Más allá de los rigurosos requisitos de educación y pruebas, la licenciatura en enfermeria requiere de un conjunto especial de habilidades y rasgos de personalidad.

 

7 cualidades necesarias de una enfermera

El cuidado como base fundamental

Las enfermeras cuidan de las personas durante algunos de los momentos más vulnerables y aterradores de sus vidas, y suelen ser el punto de contacto más habitual y accesible para los pacientes y sus familias. Una gran enfermera es capaz de hacer su trabajo con eficacia y, al mismo tiempo, mostrar compasión, preocupación y simpatía por cada persona a la que atiende.

 

Factor fundamental: la comunicación.

La capacidad de comunicación es uno de los requisitos más importantes del trabajo de una enfermera, tanto para seguir instrucciones como para comunicarse con los pacientes y las familias. Los pacientes que están enfermos o sufren a menudo no están en condiciones de hablar por sí mismos. Los pacientes y las familias confían principalmente en su enfermera para este tipo de apoyo. Para una buena enfermera, ser solidaria incluye ser una defensora eficaz del paciente cuando se anticipa un problema o se ve una preocupación que debe ser atendida.

 

Empatía

El cuidado, la compasión y la empatía a veces se confunden como una misma cosa, pero hay una distinción importante. La empatía es la capacidad de escuchar y compartir realmente los sentimientos de un paciente. Para una enfermera, esto no significa que tenga que estar siempre de acuerdo con lo que piensa un paciente o su familia. Y para tu propia conservación, no necesitas interiorizar el dolor y el sufrimiento que puedan estar experimentando. Pero es muy importante que escuches e intentes comprender de dónde vienen.

Una gran enfermera puede hacer que cada paciente se sienta visto y escuchado, sin juzgarlo y reconociendo que cada individuo tiene su propio conjunto válido de valores, experiencias vitales y perspectivas.

 

Enfermera en quirófano

 

Atención a los detalles

Cuando se trata de prestar cuidados médicos, la atención a los detalles es crucial. Incluso en el entorno más ajetreado, una enfermera debe estar orientada al detalle, asegurándose de que las instrucciones se siguen al pie de la letra, garantizando las dosis de medicación adecuadas y manteniendo registros precisos.

En el entorno de la atención domiciliaria, la enfermera es la coordinadora de los cuidados del paciente, orientada al detalle. Una buena enfermera será la primera en notar los cambios sutiles en la condición médica de un paciente y alertar a los médicos y otros miembros de un equipo de atención médica para responder de manera que pueda evitar un evento de salud adverso grave o una hospitalización innecesaria.

 

Resolución de problemas

Del mismo modo, una gran enfermera ejerce un excelente juicio y puede pensar con rapidez para anticiparse a los problemas y abordarlos. Nunca hay dos pacientes iguales, así que una buena enfermera siempre está resolviendo problemas e intentando individualizar cuál es el mejor cuidado para cada paciente.

Ser inamovible no es una cualidad útil para una enfermera. Prestar una atención sanitaria excelente puede ser muy dinámico e imprevisible a veces. Una gran enfermera está dispuesta y es capaz de ser flexible y adaptarse a cualquier circunstancia imprevista.

 

Respeto

La toma de decisiones en el trabajo puede ser un acto de equilibrio delicado, y cuando se trata de la enfermería, el respeto tiene un gran valor. Venga lo que venga, es importante que una buena enfermera respete los límites saludables y las diversas personas a las que sirve y con las que trabaja.

Una enfermera que respeta a todos sus compañeros de trabajo, a los pacientes y a las familias recibirá lo mismo a cambio. Esta cualidad se demuestra con un comportamiento profesional, un respeto por las normas y la confidencialidad, y una gran consideración por los deseos de cada paciente.

 

Deseo de seguir aprendiendo

Los conocimientos médicos y la tecnología avanzan muy rápidamente, y una enfermera debe tener un auténtico sentido de la curiosidad para seguir trabajando en su desarrollo profesional, mejorando sus habilidades y aprendiendo cosas nuevas.

La atención sanitaria cambia constantemente, y una buena enfermera cambia con ella y se mantiene al tanto de todas las cosas, grandes o pequeñas.

 


 

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