Todo lo bueno que te deja estudiar la universidad
Muchas personas se preguntan: ¿por qué es necesario estudiar la universidad? A menudo, los estudiantes de bachillerato cursan estudios superiores simplemente porque sus padres insisten en ello. O porque es el único camino que ven. O simplemente están seguros: un título es lo que puede proporcionarles un trabajo prestigioso y un salario alto. Sin embargo, los verdaderos beneficios de una educación universitarios van más a fondo. En este artículo, te contaremos algunas de los tantos beneficios que te ofrece la universidad.
¿Qué puede aportar la universidad?
La posibilidad de adquirir una cualificación profesional.
Por supuesto, conseguir una profesión es lo primero que nos viene a la mente cada vez que surge el tema de la educación superior. Sin embargo, no hay que darlo por sentado. No todos los estudiantes tienen éxito en sus estudios y se convierten realmente en profesionales de su campo. Al final de sus estudios, no todos están seguros de que la especialidad elegida sea el trabajo de su vida. Y no todo el mundo consigue un trabajo en la especialidad después de graduarse o puede aplicar las habilidades adquiridas en la práctica. Sin embargo, este punto sigue siendo el más importante: si un estudiante está motivado, hará todo lo posible para salir de la universidad como profesional.
La universidad proporciona conocimientos fundamentales
Los estudiantes suelen quejarse de que hay muchas materias “superfluas” en su horario que no tienen nada que ver con su especialidad. A veces, los artistas y pintores se ven obligados a estudiar matemáticas, y los lingüistas y abogados, a asistir a un curso de conferencias sobre el tema “Conceptos de las ciencias naturales modernas”. El derecho, la psicología, la pedagogía, la filosofía, la sociología y uno o dos idiomas extranjeros son un mínimo obligatorio que los estudiantes universitarios suelen dominar incluso antes de entrar en su especialidad.
La universidad ofrece becas y pasantías
Todas las universidades del mundo tienen programas de intercambio, prácticas, becas y ayudas, según los cuales puedes estudiar la universidad o hacer un viaje de investigación al extranjero. Normalmente, estos programas y prácticas están parcial o totalmente financiados por fundaciones, organismos gubernamentales o por las propias instituciones educativas.
Las prácticas y becas son una de las mayores ventajas de estudiar la universidad. Es una gran oportunidad para trabajar o estudiar en otro país. Se trata de una experiencia inestimable de viaje e intercambio cultural, que amplía los horizontes y aporta un montón de nuevas impresiones positivas.
Enseña a comunicar
La mayoría de los nuevos aspirantes tienen miedo a hablar en público. La universidad obliga a superar esos complejos. Sencillamente, no hay otra salida: durante tres o cinco años, los estudiantes se comunican y hablan en seminarios, defienden investigaciones, trabajos trimestrales, tesis, y acaban aprobando los exámenes. Al mismo tiempo, el notorio factor humano proporciona la experiencia de comunicarse con estudiantes y profesores completamente diferentes en carácter y costumbres.
Puedes aprovechar sus conciertos, festivales y concursos creativos, puedes unirte a clubes de conversación, ser parte de algún consejo estudiantil
Todo lo anterior te permitirá desarrollar habilidades blandas, de comunicación, a ganarte a la gente, a presentarte correctamente y a hacer networking. Estas habilidades te ayudarán mucho más adelante en la vida: tanto en lo personal como en lo profesional.
Te enseñará a tener claras tus prioridades
Probablemente, alguien podrá aprobar los exámenes de la universidad preparándolos en sólo dos semanas, pero esto sólo funcionará una vez. Tales esfuerzos en una universidad seria conducen al agotamiento. En la universidad hay que planificar de antemano qué asignatura, cuándo y cómo prepararse. Al principio del semestre, los estudiantes reciben un esquema de las materias y una lista de la bibliografía relevante que deben estudiar. El dominio del material depende directamente de la gestión del tiempo. El principio de “hazlo hoy y adáptalo mañana” funciona en la universidad.
Planificar con dos pasos de antelación, asignar correctamente los recursos, establecer tareas y terminarlas: todo esto se aprende al estudiar la universidad. Estas habilidades se desarrollan especialmente en quienes dominan varias especialidades o consiguen combinar varios campos de actividad a la vez: por ejemplo, el deporte y un excelente rendimiento académico, la pasión por la investigación y el voluntariado.
Independientemente de saber qué carrera estudiar o no, la universidad es una combinación única de habilidades blandas y duras. Aquí puedes conseguir muchas cosas: una experiencia impagable, una base de conocimientos decente y una mente ampliada. Puedes aprender a superar obstáculos, priorizar, hacer lo imposible y hacerlo rápido, ser paciente y dedicado.
